Organizar la jornada de un conductor ya es una tarea delicada cuando realiza únicamente rutas nacionales.
Pero cuando un mismo conductor alterna transporte internacional con trabajos locales, la planificación se vuelve mucho más compleja de lo que parece sobre el papel.
Lo comprobamos a diario en empresas que trabajan con varios tipos de servicio: un día un conductor cruza Francia o Portugal, y al siguiente está haciendo reparto urbano con ventanas horarias muy ajustadas.
Este cambio constante de escenarios provoca errores, pérdidas de tiempo, imprevistos y, sobre todo, sanciones que podrían evitarse con una planificación correcta.
El problema no es la normativa en sí; el problema es que la jornada del conductor deja de ser lineal y empieza a depender de múltiples variables que muchas empresas no tienen interiorizadas.
En este artículo te contamos cómo debe plantearse la planificación cuando un conductor combina ambos tipos de trabajo y cuáles son los fallos más habituales que vemos en flotas reales.
¿Por qué es más complicado planificar cuando se mezclan rutas internacionales y trabajos locales?
El motivo principal es que el tiempo disponible cambia radicalmente dependiendo del tipo de jornada que haya realizado previamente. Un conductor que llega de un transporte internacional puede haber agotado:
- El tiempo diario de conducción
- El tiempo semanal o bisemanal
- Sus descansos reducidos acumulados
- Su disponibilidad para ampliaciones a 10 horas
Y, sin embargo, al llegar a la base, muchas empresas lo asignan automáticamente a un servicio local de reparto, pensando que “como es aquí cerca, no pasa nada”.
Lo que pasa, en realidad, es que el conductor empieza ese trabajo con poco margen real, y cualquier imprevisto puede convertir esa jornada en una infracción.
La normativa no distingue entre si la conducción es local o internacional: solo contabiliza el tiempo.
Problemas más frecuentes al combinar rutas internacionales y trabajos locales
Estos son los fallos que más vemos en empresas que mezclan ambos tipos de servicio:
1. Dar por hecho que la jornada local “no cuenta”
Muchos responsables creen, de forma errónea, que el transporte local es poco relevante en términos de tiempo. Pero un reparto urbano implica:
- Conducción intermitente
- Tiempos de espera
- Cargas y descargas
- Retenciones
- Trabajo distinto del descanso
Todo suma, y a menudo más de lo previsto.
2. Cargar tareas inmediatamente después de un internacional largo
Es uno de los errores más comunes. Si el conductor llega desgastado tras un viaje internacional, asignarlo al día siguiente a rutas locales intensivas suele provocar:
- Superación de horas de trabajo
- Descansos insuficientes
- Riesgos de seguridad
- Falta de tiempo para pausas obligatorias
3. No revisar el histórico de los últimos 14 días
El Reglamento 561/2006 no se entiende mirando solo la jornada actual. El análisis debe incluir las semanas anteriores, sobre todo si ha habido:
- Descansos reducidos
- Extensiones a 10 horas
- Semanas largas de conducción
- Jornadas acumuladas
4. Replanificar “sobre la marcha” sin ver el tiempo real disponible
Esto suele pasar por falta de información: llega un pedido urgente, se necesita un camión, y se asigna al primero que está disponible… aunque no sea el que más margen tiene.
Buenas prácticas para planificar correctamente estas jornadas mixtas
1. Revisar siempre el DDS antes de asignar una nueva jornada
Una herramienta como Tadig muestra:
- Tiempo de conducción disponible
- Riesgo de infracción
- Pausas obligatorias pendientes
- Cómputo semanal y bisemanal
Esto permite saber, en segundos, si ese conductor puede asumir una jornada local o si es preferible otro.
2. Crear reglas internas específicas
Las empresas más organizadas aplican criterios como:
- “Si el conductor ha llegado de internacional, mínimo 24 h sin asignación local intensa”.
- “Si acumula 2 semanas largas, priorizar jornadas cortas locales”.
Pequeñas reglas evitan grandes sanciones.
3. Analizar la carga real del trabajo local
No todas las rutas urbanas son iguales. Algunas requieren más tiempo de trabajo que de conducción, y eso puede tensionar los límites legales.
4. Formar a los responsables que planifican
El problema no suele ser la normativa, sino cómo interpretarla en jornadas mixtas. Una breve formación evita muchas asignaciones erróneas.
Cómo ayuda Tadig en la planificación mixta
En Tadig vemos a diario cómo las empresas reducen infracciones simplemente visualizando el tiempo real que tiene cada conductor.
El sistema DDS analiza automáticamente los últimos 28 días y muestra:
- Tiempos disponibles
- Descansos pendientes
- Riesgo de llegar al límite
- Alertas en tiempo real
Para empresas que combinan internacional y local, esta información es esencial: evita asignaciones incorrectas y permite tomar decisiones rápidas basadas en datos reales, no en suposiciones.
Conclusión
Gestionar un conductor que alterna rutas internacionales con trabajos locales es un reto que muchas empresas subestiman.
El riesgo no está en la carretera, sino en la planificación previa. Con normas claras, análisis real del tiempo disponible y herramientas como Tadig, las flotas pueden evitar sanciones, optimizar recursos y proteger al conductor.