En los últimos meses, muchas empresas de transporte nos han comentado que las inspecciones están siendo más rigurosas que nunca.
No se trata solo de revisar tiempos de conducción o comprobar que las descargas están al día: ahora los inspectores piden más documentación, comparan datos de distintas semanas y ponen especial atención en actividades manuales, usos del modo OUT y discrepancias entre vehículo y tarjeta.
Esto no es casualidad. 2026 será un año de cambios importantes en movilidad y seguridad vial, desde la entrada definitiva de la baliza V16 conectada hasta el uso obligatorio de tacógrafos inteligentes de segunda generación en determinadas operaciones, y eso implica un mayor control administrativo.
En este artículo analizamos, desde la experiencia real con flotas y auditorías, qué aspectos están empezando a vigilar más los inspectores y cómo pueden prepararse las empresas para evitar sanciones inesperadas.
¿Por qué las inspecciones serán más estrictas en 2026?
La tendencia viene marcada por tres razones principales:
• Digitalización del control
La Administración ya cruza datos de tacógrafos, matrículas, localización y fichas de vehículo con herramientas automatizadas. Esto hace mucho más fácil detectar incoherencias o patrones sospechosos.
• Más información disponible
Con los tacógrafos inteligentes y los datos enviados en remoto, los inspectores disponen de más información que nunca. De hecho, pueden identificar irregularidades incluso antes de detener al vehículo.
• Mayor presión normativa europea
Los estados miembros deben demostrar que controlan adecuadamente los tiempos de trabajo y descanso. España está reforzando las inspecciones para alinearse con estos compromisos.
Los errores que más detectan los inspectores durante el control en carretera
Basado en experiencias recientes con flotas reales, estos son los aspectos donde más problemas aparecen:
• Actividades manuales mal registradas
Muchos conductores hacen las anotaciones con prisa y quedan huecos sin justificar.
En una inspección, esos huecos se interpretan como posibles infracciones.
• Uso incorrecto del modo OUT
Cada vez más inspectores revisan si el OUT está bien utilizado. Cualquier desplazamiento que pueda considerarse actividad laboral genera sanciones.
• Descargas fuera de plazo
Aunque parezca básico, sigue siendo un motivo recurrente de multa. En 2026 se espera más rigor en el control del cumplimiento de plazos.
• Incoherencias entre vehículo y tarjeta
Cuando un conductor conduce un camión y, según la tarjeta, aparece una actividad incompatible, se interpreta como manipulación o error grave.
• Excesos semanales acumulados
Muchos responsables se centran en el día, pero el inspector analiza las últimas dos semanas. Es ahí donde aparecen la mayoría de las sanciones.
Cómo prepararse para estas nuevas exigencias
La clave está en anticipar problemas. Estas son prácticas que funcionan en empresas que rara vez reciben sanciones:
1. Revisar semanalmente los datos antes de descargar
No esperar al final del mes: revisar huecos, incoherencias y riesgos de sanción antes de que sea demasiado tarde.
2. Formar a los conductores en actividades manuales
No basta con decirles “pon la actividad”. Hace falta explicar:
- Qué registrar
- Cómo hacerlo
- En qué orden
- Qué evitar
Un conductor bien formado reduce más faltas que cualquier cambio tecnológico.
3. Controlar estrictamente el OUT
Debe usarse solo cuando procede y con justificación. Si no, se interpreta como manipulación.
4. Utilizar herramientas que alerten antes de cometer la infracción
La diferencia entre sanción y cumplimiento suele ser cuestión de minutos.
Aquí entra en juego la automatización.
Cómo ayuda Tadig ante inspecciones más estrictas
En Tadig trabajamos cada día con empresas que quieren evitar riesgos antes de que aparezcan. Nuestro sistema analiza automáticamente:
- Tiempos diarios, semanales y bisemanales
- Huecos y discrepancias
- Actividades manuales sospechosas
- Usos incorrectos del OUT
- Descargas pendientes
- Riesgo de infracción en tiempo real (DDS)
Además, el panel permite al gestor ver la misma información que vería un inspector, pero antes de que se produzca la infracción.
Eso da a las empresas un margen enorme para corregir, justificar o replanificar.
En un escenario donde las inspecciones serán más exigentes que nunca, la diferencia entre una flota sancionada y una flota sólida está en la capacidad de anticiparse.
Conclusión
2026 no será un año complicado, pero sí un periodo que requerirá más atención y rigor por parte de las flotas.
Las empresas que se adelanten a estos nuevos niveles de control tendrán una clara ventaja: menos sanciones, menos estrés y una operativa mucho más sólida.
Con información clara y sistemas que alertan a tiempo, la normativa deja de ser un problema y pasa a convertirse en una herramienta para trabajar con mayor seguridad.
Si quieres anticiparte a los cambios en las inspecciones y gestionar tu flota con total tranquilidad, Tadig te ayuda a mantener los datos del tacógrafo bajo control, detectar irregularidades antes de que aparezcan y planificar las jornadas con precisión. Puedes conocer toda la información en www.tadig.es