En el sector del transporte por carretera, los contratos de transporte continuado son una herramienta habitual para formalizar relaciones comerciales estables entre empresas de transporte y sus clientes.
Sin embargo, muchas pymes y autónomos no conocen en profundidad las implicaciones legales, operativas y económicas que estos contratos conllevan.
En este artículo te explicamos en qué consisten, cómo deben estructurarse según la normativa vigente y qué debes tener en cuenta para proteger tu actividad.
¿Qué es un contrato de transporte continuado?
Un contrato de transporte continuado es un acuerdo formal entre dos partes (habitualmente un cargador y una empresa de transporte), por el cual se pacta la realización de servicios de transporte de manera periódica y estable durante un tiempo determinado.
A diferencia de los contratos puntuales o esporádicos, aquí hay una regularidad en el servicio que obliga a ambas partes a cumplir unas condiciones preestablecidas.
¿Qué debe incluir este tipo de contrato?
Desde la aprobación del Real Decreto-ley 3/2022, los contratos de transporte continuado deben incluir de forma obligatoria las siguientes cláusulas:
- Revisión automática del precio del transporte en función de la variación del precio del gasóleo. Esta cláusula es obligatoria para todos los contratos de más de un mes de duración.
- Descripción clara del tipo de mercancía, origen y destino, y frecuencia del servicio.
- Condiciones de pago y calendario de facturación.
- Responsabilidades de cada parte (incluido quién carga y descarga).
- Penalizaciones por incumplimientos.
Este Real Decreto fue una de las reivindicaciones clave del sector en los acuerdos con el Ministerio de Transportes, y tiene como objetivo garantizar una mayor estabilidad económica a los transportistas ante la volatilidad del coste del combustible.
Riesgos de no tener un contrato actualizado
No contar con un contrato por escrito, o tener uno mal redactado, puede generar múltiples problemas:
- Imposibilidad de reclamar tarifas adecuadas si el precio del gasóleo se dispara.
- Conflictos por condiciones de carga o plazos de entrega no acordados formalmente.
- Dificultades para justificar ante Hacienda o la Inspección de Transporte las condiciones del servicio.
- Mayor vulnerabilidad ante impagos o desacuerdos con el cliente.
¿Cómo afecta esto a la operativa diaria de tu empresa?
Un contrato de transporte continuado implica tener una planificación clara, tanto de vehículos como de conductores.
Es imprescindible conocer los tiempos de conducción, disponibilidad del personal, restricciones legales y capacidad de carga.
Aquí es donde entra en juego TADIG: nuestra plataforma te permite:
- Planificar rutas y turnos con antelación y precisión.
- Visualizar la jornada laboral de cada conductor.
- Detectar posibles incumplimientos antes de que sucedan.
- Conservar y analizar los datos del tacógrafo, esenciales en auditorías contractuales.
- Automatizar alertas de jornada, disponibilidad y descansos, ajustando cada servicio al marco legal.
Adaptarse a los contratos continuados sin perder eficiencia
Los contratos de transporte continuado son una oportunidad de estabilidad, pero también exigen orden, trazabilidad y cumplimiento normativo.
Digitalizar la gestión operativa y documental no es solo una ventaja: es una necesidad si quieres evitar sanciones y responder con profesionalidad ante tus clientes.
¿Tu empresa trabaja con rutas fijas o mantiene acuerdos continuados con clientes exigentes? Entonces sabes que la planificación, la gestión de tiempos y el cumplimiento normativo no pueden dejarse al azar.
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